Caramelle, raviolis con forma de caramelo, rellenos de calabaza y ricotta

Preparación

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  Comenzaremos haciendo la pasta fresca al huevo. Para ello, pondremos la harina sobre una superficie de trabajo que esté limpia y seca (también puedes hacer la masa usando un bol amplio). Haz un montón con la harina y con la ayuda de una cuchara haz un hueco en el centro, de modo que quede con forma de volcán. Casca los huevos dentro del cráter.
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  Ahora, con un tenedor comenzaremos a batir los huevos a la vez que les vamos agregando la harina más próximas. Poco a poco iremos integrando más harina hasta que ambos ingredientes queden amalgamados.
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  Cuando la masa esté menos líquida, podremos comenzar a amasarla con la palma de la mano. Lo haremos en todas las direcciones y enérgicamente. La masa tendrá que quedar lisa y se despegará fácilmente de las manos.
  
  Bolear la masa y envolverla con papel film de cocina. Esto evitará que reseque. Dejar reposar, a temperatura ambiente durante un mínimo de 30 minutos. Este tiempo de reposo es esencial para que la masa desarrolle la proteína y quede una masa más elástica.
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  Mientras esperamos vamos a preparar el relleno: En una sartén con aceite cocinar la calabaza pelada, despepitada y cortada en trozos.
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  Condimentar con sal, pimienta romero. Mover y tapar la sartén Cocinar aproximadamente 15 minutos o hasta que la calabaza quede blanda. El tiempo va a depender del tamaño de los trozos. Remueve de vez en cuando para que no se pegue.
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  Cuando la calabaza esté tan blanda que pueda hacerse puré, retirar del fuego. En un bol mezclar el queso ricotta, el parmesano y la calabaza mezclar. Batir si quieres una salsa más fluida. Reservar.
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  Pasado el tiempo de reposo de la pasta, retiraremos el papel film y dividiremos la masa en 4 porciones. Vamos a estirar, uno por uno cada trozo. Guarda los que nos estés usando envueltos en papel film o metidos en una bolsa de congelación para que no se sequen. Para estirar la masa puedes usar una máquina laminadora o hacerlo con un rodillo de cocina. Si usas las máquina laminadora tendrás que pasar la porción varias veces disminuyendo progresivamente el regulador del grosor (nosotros lo pasamos hasta 5 veces).
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  Cuando tengamos la lámina con el grosor deseado podemos comenzar a darle forma de Caramelle.
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  Tendrás que cortar rectángulos. De 4 a 5 centímetros de ancho y de 6 a 7 centímetro de largo. Puedes usar los dedos de tu mano como guía. Pasaremos el corta pastas rizado por los laterales más cortos del rectángulo.
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  Dispondremos los rectángulos de pasta ordenadamente sobre la mesa de trabajo e iremos poniendo la salsa de calabaza en la base del rectángulo. Puedes hacerlo con la ayuda de una cuchara o con una manga pastelera (si no tuvieras una puedes usar una bolsa de congelación).
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  Ahora, pliega la masa un par de veces dejando el relleno dentro.
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  Pellizca los bordes para darle forma de caramelo. Humedece ligeramente la masa si lo consideras necesario.
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  Y listo, ya sólo nos queda hervir la pasta unos minutos en agua salada, servir y sorprender a tus comensales con este nuevo tipo de pasta ¡Les va a encantar!