Tendremos que salir zamburiñas de la concha y rechazar todo lo que no es la carne blanca y el coral.
Ambos kilos de zamburiñas, una vez extraídas la concha y las limpiezas, se transforman de carne utilizable.
En un guisado con 4 cucharadas de aceite, doramos la cebolla pinchada y el pimiento morrón en cubitos de hielo. Cuando serán blanditos pero sin color, añadimos el tomate raspado y el perejil, así como la guindilla molida dulce. Dejamos evaporarse el líquido y finalmente aumentamos zamburiñas. Retiramos inmediatamente del fuego, porque no debemos cocinarlos en exceso teniéndolo en cuenta del hecho que serán luego en el horno. Dejamos enfriarse.
Engrasamos un molde redondo con aceite, en ese caso un molde de paella. Estiramos la mitad de la masa y sobre ésta ponemos el relleno.
Cubrimos con otra mitad de la masa. Estamos inmerso con un poco de aceite del relleno y tenemos enfourné a 180 durante unos 50 minutos, hasta que tanto doradita por arriba como por hacia abajo.
En medio de cocción, con una tapadera que cubre todo el molde, damos la vuelta a la tortada como si fuera una tortilla.
Esto tiene una razón, devolviendo la tortada obtenemos que los juguitos del relleno, ellos bañan y mojan también la parte de en lo alto de la masa. Para este motivo, las tortadas típicas de la zona siempre son redondas.Antes de de servirla para ella, regresamos a su posición original.