Me apetecía hacerme la original y no acompañar las alubias con una vinagreta clásica, ya sabéis, de aceite, vinagre, pimientito, etc., así que busqué algo un poco distinto, que encontré aquí. Me gusta mucho el toque agridulce de las vinagretas de mostaza.
En el caso concreto que nos ocupa, la vinagreta me pareció deliciosa, a pesar del color enfermo que adopta la mezcla del marrón del vinagre balsámico con el amarillo de la mostaza... ejem. En serio, sale tan fea que ni siquiera me he atrevido a hacerle una foto, no fuerais a creer que le he echado aceite de moto a la ensalada
Ojo, que la cantidad de vinagreta que sale con estas cantidades da para bastante más que las dos raciones de alubias que he puesto, por tanto, la podéis reducir.
Pues se hierven las alubias como es costumbre, con un par de ajitos y una hoja de laurel, el tiempo que sea menester hasta que estén tiernas. Se dejan enfriar mientras se prepara la vinagreta. Se mezclan todos los ingredientes menos la sal y se baten bien, hasta que quede todo bien amalgamado con el aceite.
Me divierte la consistencia un pelín "mayonesosa" que adoptan las vinagretas de mostaza. Por último se añade la sal con cuidadito, probando para ajustar al gusto del consumidor. El colorcillo y el dulzor de la vinagreta añadidos a las judías me recuerdan a las ínclitas "baked beans" británicas, pero en mejor. Es una pena que las alubias no conserven ese gracioso color amarillo que tienen en crudo.