Con un cuchillo cortamos por la mitad el aguacate alrededor del hueso central.
Cuando tengamos las dos mitades, retiramos el hueso, y con ayuda de una cuchara extraemos la pulpa y las reservamos.
En un bol echamos la harina y rebozamos los langostinos.
En una sartén calentamos una cucharada de aceite de oliva y en el aceite doramos los ajos cortados en trozos pequeños y, seguidamente, sofreímos los langostinos rebozados en la harina.
Después de darles unas vueltas, echamos encima el pimentón, un pizca de sal y pimienta negra recién molida.
Seguimos removiendo para que queden doraditos de manera uniforme.
A la hora de emplatar, repartimos los langostinos, los trozos de aguacate y los berros o rúcula.
Lo rocíamos todo generosamente con aceite de oliva virgen extra y un poco de pimentón.