Lasaña cremosa de calabacín la receta vegetariana que te hará olvidar la de carne
¿Te apetece preparar un plato delicioso y fácil que conquiste a toda la familia? La lasaña de calabacín es la opción perfecta si buscas una alternativa vegetariana a la lasaña tradicional, sin renunciar al sabor ni a la cremosidad. Lo mejor de esta receta es su sencillez: con ingredientes básicos consigues un resultado espectacular. El auténtico protagonista es el calabacín, que se saltea con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y un toque de vino blanco para potenciar su sabor. Para completar esta delicia, una bechamel casera suave, queso parmesano rallado y mozzarella que aporta esa cremosidad irresistible en cada capa. El resultado es una lasaña de calabacín que no deja indiferente: cremosa, aromática y con un equilibrio perfecto de sabores. Es ideal para una comida de domingo, una cena con amigos o siempre que te apetezca un plato contundente y apetitoso... sin carne. Dicho esto, ya puedes ir encendiendo el horno y poniéndote manos a la obra. ¡A disfrutar de la mejor lasaña de calabacín que te vas a comer!
Ingredientes
Para la bechamel casera:
Materiales
- Fuente de horno rectangular (23x15 cm)
- Sartén
- 2 cazos
- Varillas (batidora manual de varillas)
- Cuchara
- Cuchillo
- Tabla de cortar
Preparación
Preparación de la bechamel:
Calienta la leche en un cazo. En otro, derrite la mantequilla a fuego suave y, cuando esté completamente fundida, añade la harina de golpe.Remueve con unas varillas hasta conseguir una mezcla homogénea y sin grumos (lo que en cocina se llama un "roux").
A continuación, incorpora poco a poco la leche caliente, sin dejar de remover, hasta obtener una crema espesa y suave. Ajusta el punto de sal, pimienta y nuez moscada, y reserva.
Preparación del relleno de calabacín:
Pica la cebolla bien fina y sofríela en una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Mientras tanto, lava los calabacines, córtalos en trozos de tamaño similar y añádelos a la sartén. Cocina a fuego medio unos 12 minutos, removiendo de vez en cuando.Vierte el vino blanco y deja que se evapore por completo. Sigue cocinando hasta que los calabacines estén doraditos. Ajusta el punto de sal y pimienta, y reserva.
Montaje de la lasaña:
Extiende una fina capa de bechamel en el fondo de una fuente de horno. Coloca la primera capa de láminas de lasaña.Añade unas cucharadas de calabacines, un poco de bechamel, mozzarella cortada en trocitos y una generosa cantidad de queso parmesano rallado. Repite el proceso formando varias capas.
Para el último nivel, extiende bien la bechamel con una espátula, espolvorea abundante parmesano y reparte unos trocitos de mozzarella por encima. Para darle un toque bonito, puedes decorar con los calabacines que te hayan sobrado.
Introduce la lasaña en el horno precalentado a 200°C y hornea durante 25 minutos. Cuando esté lista, sácala del horno y déjala reposar al menos 5 minutos antes de servirla. Esto es importante para que las capas se asienten bien y el corte quede perfecto. ¡Y listo!
Consejos y trucos
¿Puedo preparar la lasaña de calabacín con antelación?
Sí, puedes montarla con antelación, cubrirla con film transparente y guardarla en la nevera hasta 24 horas antes de hornearla.
¿La lasaña de calabacín es apta para vegetarianos?
¡Por supuesto! Esta versión no lleva carne, solo calabacines frescos, bechamel casera y queso rallado. Es una opción perfecta para quienes siguen una dieta vegetariana sin renunciar al sabor y la cremosidad de la lasaña tradicional.
¿Cuánto tiempo se conserva la lasaña de calabacín?
Una vez cocinada, se conserva en la nevera hasta 3 días. Es recomendable cubrirla con film transparente o guardarla en un recipiente hermético. Déjala enfriar completamente antes de refrigerarla para que mantenga su sabor, textura y cremosidad.
¿Se puede congelar la lasaña de calabacín?
Sí, puedes congelarla sin problema. Lo mejor es hacerlo cuando ya esté cocida y completamente fría. Córtala en porciones, envuélvela bien en papel de aluminio o guárdala en recipientes herméticos aptos para congelador. Para consumirla, descongélala en la nevera y luego calienta en el horno unos minutos: quedará igual de cremosa y deliciosa que recién hecha.
¿Puedo hacer una lasaña de calabacín sin gluten?
Sí. Para una versión sin gluten, solo necesitas usar láminas de lasaña sin gluten y asegurarte de que todos los ingredientes sean aptos (mira que tengan el sello "sin gluten"). Así, podrás disfrutar de una lasaña de calabacín apta para celíacos sin perder sabor.
¿Puedo hacer la lasaña sin vino?
Sí. El vino se usa para potenciar el sabor del calabacín, pero no es imprescindible. Si prefieres evitarlo, simplemente omite este paso y la receta seguirá quedando deliciosa.
¿Puedo añadir otras verduras a la lasaña de calabacín?
¡Por supuesto! Puedes enriquecerla con otras verduras de temporada como berenjenas, espinacas, pimientos o zanahorias. Solo recuerda cortarlas en rodajas finas y cocinarlas antes de añadirlas a la lasaña.
¿Cómo hacer lasaña de calabacín sin que suelte agua?
Para evitar que el calabacín suelte agua en la lasaña, es importante saltearlo previamente a fuego medio para que pierda parte de su humedad. También puedes espolvorearlo con sal, dejarlo reposar 15 minutos y luego secarlo con papel de cocina antes de cocinarlo, tal y como hicimos en esta frittata de calabacín. Otro truco es no añadir mozzarella con exceso de suero.
Nutrición
- Carbohidratos: 60.1g
- Grasa total: 36.3g
- Grasa sat.: 19.7g
- Proteínas: 30.9g
- Fibras: 5.1g
- Azúcar: 10g
- ProPoints: 19
- SmartPoints: 25