La técnica de cocinar alimentos a la sal es muy antigua. Se considera originaria de las zonas en las que abundan las salinas marinas como el mediterráneo. En concreto parece ser una técnica de origen fenicio y de hecho está muy difundida por el mediterráneo occidental, pero también es cierto que en China se preparan variedad de platos con esta técnica, al igual que sucede en varios países de Sudamérica y del Pacífico desde tiempo inmemoriales.
Limpia bien las lubinas, a las que previamente les han sacado en tracto digestivo. Corta la cebolla y el pimiento en julianas y rellena el espacio del tracto digestivo de la lubina con estos vegetales, por la zona de las branquias.
Une la sal para hornear con el vino blanco y en un molde de hornear haz una cama de unos 5 milímetros de grosor con la sal, pon las lubinas sobre esa cama y luego haz otra capa de sal cubriendo completamente la lubinas, compacta la sal para que quede firme.
Precalienta el horno a 200 grados y mete el molde a hornear por 40 minutos, este tiempo es necesario para que el vino se evapore y le da los pescados un sabor exquisito.
Retira del horno y deja reposar por unos 5 minutos, luego con una espátula rompe la capa de sal y vas retirando los trozos de la misma con cuidado de no romper las lubinas, retira la sal en exceso.
Quítale la piel a las lubinas, la cual sale muy facilmente y con un cuchillo saca los filetes desde la cola hasta la cabeza y sirves, yo lo acompañé con un salteado de verduras y arroz blanco y quedó estupendo!!