La berenjena, es un alimento con escaso valor calórico y si se comen preservando la piel tiene ciertas propiedades antioxidantes. Un buen truco para quitarles el sabor amargo y evitar que absorban mucho aceite al freírlas es sumergirlas en agua con sal durante algunas horas. Si tan solo queremos quitarle el amargor, bastara con espolvorearlas con sal 10 minutos. En esta receta la preparamos además con albahaca y queso para cocinar unos sencillos y exquisitos macarrones
Cortar las berenjenas en rodajas (aprox. 1 cm.), colocarlas en una fuente con una pizca de sal y dejarlas escurrir unos 10 minutos para quitarles el amargor.
Poner agua a calentar para cocer la pasta tal como indique el fabricante.
Picar el ajo y la cebolla. (En trocitos pequeños)
En una cazuela, sofreír el ajo y la cebolla con un poco de aceite de oliva unos 5 minutos.
Incorporar el tomate troceado. Añadir un poco de sal y una cucharadita de azúcar ó de miel. Cocinar unos 20 minutos, si se quiere se puede triturar al final.
Mientras se cocina el tomate cortar la berenjena en dados y cocinarla en una sartén hasta que esté dorada.
Añadir dos hojas de albahaca a la salsa de tomate los últimos dos minutos. Probar y rectificar de sal y de azúcar.
Mezclar la pasta con la salsa de tomate y la berenjena.
Servir con las hojitas de albahaca y el queso rallado por encima.
Gracias! :)