Se ponen la noche anterior los garbanzos y las alubias blancas por separado en remojo. Se desala el bacalao con 48 horas de anterioridad, también puedes usar el bacalao congelado, entonces ya viene desalado.
Limpiamos las acelgas y partimos en trozos grandes. Se desmenuza en un bol el bacalao, se le corta a trocitos 2 dientes de ajo y el perejil, se le añade 2 huevos crudos, un poco de pimienta molida y un puñao de pan rallado, se amasa todo y se hace albóndigas, se fríen en aceite y cuando estén doradas se retiran del fuego y se dejan en un plato a la espera.
Ponemos una cacerola con agua y las alubias a hervir, las alubias siempre se ponen con el agua en frío, para que no se pongan duras y en otra cacerola ponemos agua y cuando esté templada echamos los garbanzos y la cabeza de ajos y una hoja de laurel, que vayan hirviendo también, cuando estén tiernos se echa las alubias a los garbanzos.
En una sartén ponemos a calentar aceite de oliva y freímos una molla de pan del día anterior, lo sacamos y echamos en un tazón y le echamos vinagre hasta que tape el pan, en el mismo aceite freímos un huevo, cuando esté bien frito lo echamos al mortero junto con la molla que ya habrá absorbido el vinagre y lo majamos y reservamos.
En el mismo aceite de haber frito el pan y el huevo, hacemos un sofrito de cebolla a trocitos y el tomate, lo pasamos por el pasapurés y echamos a los garbanzos junto con lo que hay en el mortero, añadimos azafrán y pimienta molida y pelamos unas patatas y añadimos también, y las acelgas, cuando todo está tierno echamos las albóndigas que hiervan un poco con todo y apartamos del fuego y servir.