Rabo de toro guisado
Hoy le dedico esta receta a Esperanza, la suegra de mi hermana, ella fue quien se la enseño, y después mi hermana me la paso a mi.
Ingredientes
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Preparación
- Se dora en un poco de aceite de oliva el rabo partido en trozos y se aparta. En ese mismo aceite se doran la cebolla y los ajos picaditos, se incorpora la carne , el medio vaso de vino blanco y agua hasta cubrirlo. Yo lo he puesto 1/2 hora en la olla, he destapado y he incorporado unas zanahorias babies, también se pueden añadir unos guisantes, yo es que no tenia, pero le van muy bien.
- He vuelto a cerrar la olla y lo he dejado otro cuarto de hora. Lo importante es que la carne quede tierna tierna, y se despegue del hueso facilmente, entonces estará en su punto y, os chuparéis los dedos como yo.
- En las fotos siguientes podéis ver el rabo de toro ya partido en trozos y listo para ser cocinado, el momento en el que pasa por la sartén, y una vez metido en la olla junto con el vino blanco , la cebollita y el agua, como véis, ésta le debe casi cubrir , aunque al final se quedara tan rebajada que casi no habra, quedando una salsa espesita como se ve en la foto de la presentacion.
Consejos y trucos
La carne del rabo del toro es junto con el solomillo y las criadillas del mismo, lo mas sabroso de este animal. Dicen que la verdadera receta de rabo de toro, el que conocemos hoy día, nació a principios del siglo XIX. Por aquel entonces, cuando terminaba la corrida en la plaza de la Corredera en Córdoba, las chindas o tripalleras, vendían los menudos y especialmente los rabos de toro, en tablas pintadas de verde para separarlos de otras casquerías y del resto del magro. Ellas fueron las artífices del estofado de rabo. Estas mujeres eran hijas, hermanas, madres o viudas de toreros, incluso alguno de ellos presumía de meterse en fogones y hacer los mejores estofados.
La receta que yo hago debe descender de todo este ambientillo, si es que fue alli donde todo comenzo, lo que pasa es que luego cada un@ lo adapta o lo tunea, lo importante es que resulte rico y disfrutemos cocinandolo y comiéndolo. Yo la verdad es que cuando hago esta receta disfruto chupandome los dedos, de verdad, me encanta utilizarlos para terminar de limpiar los huesitos, la carne que se queda adherida a ellos esta tierna y un poco gelatinosa, y es algo especial.
