Se coloca en un bol la harina en forma de volcán y en el centro se pone la mantequilla troceada.
Se amasa con las manos hasta que quede como una sémola gruesa. Se añade el agua poco a poco hasta formar una bola que no se pegue a las manos.
Se deja reposar 1 hora como mínimo.
Se estira la masa y se unta con mantequilla ablandada, se dobla en tres y se deja reposar 10 minutos. Transcurrido ese tiempo se gira la masa 90º y se repite la misma operación.
Se hace en total 3 veces, dejando reposar la masa 10 minutos entre cada vuelta. Esto hará que la masa quede muy crujiente.
Se estira con el rodillo hasta dejarla muy fina y se envuelven con ella los moldes para cañas, previamente untados de mantequilla, presionando bien la unión para que no se abran al freír.
Se fríen en aceite caliente. Se retira el molde.
Se hace una crema pastelera espesa y con la ayuda de una manga pastelera se rellenan con ella las cañas.