Pelar las alcachofas y quedarnos con los corazones. Cortarlos y ponerlos a fuego muy lento en abundante aceite de oliva virgen extra. No os cortéis con el aceite porque luego se puede colar y aprovechar todo, todo... Hasta que las alcachofas estén tiernas y con un toquecito dorado.
Coger un poco del aceite de confitar la alcachofa (2 cucharadas) y sofreír los ajos tiernos limpios y cortados a rodajas. Añadir el arroz y freír un par de minutos.
Añadir el caldo caliente poco a poco. El arroz debe absorber el caldo poco a poco, moviéndolo constantemente para que suelte el almidón. Cuando esté casi al dente (unos 15 minutos) añadir la nuez de mantequilla y la nata. Salpimentar al gusto. Dejar un par de minutos y añadir las gambas y el parmesano recién rallado.
Emplatar el rissotto con las alcachofas, a la s que habremos sacado el exceso de aceite.
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YO DEJÉ EL PLATO IGUAL