Precalentamos el horno a 200ºC (180ºC con aire). Cubrimos el fondo de una cazuela con aceite y lo ponemos a fuego fuerte. Salamos las piezas de solomillo y las metemos en la cazuela para dorarlas bien por todas partes.
Sacamos el cerdo y lo reservamos. Bajamos el fuego y añadimos las cebollas cortadas en juliana. Removemos bien, para recoger todos los jugos y dejamos pochar la cebolla hasta que empiece a tomar color.
Añadimos los kumquats y volvemos a introducir la carne. Espolvoreamos con tomillo y añadimos el caldo y los anises. Metemos la cazuela al horno y asamos los solomillos durante 35 minutos, hasta que esté bien hecho por dentro. Si fuera otra pieza de cerdo lo dejaríamos 10 minutos más, para que estuviera más tierno.
Sacamos la cazuela del horno, apartamos los solomillos y reducimos un poco la salsa en el fuego. Servimos la carne troceada, cubierta con la salsa, las cebollas y los kumquats. En este caso además hemos añadido unos tomates confitados en aceite con azúcar y sal.