Preparamos al principio los albaricoques. En una cacerola, ponemos el agua, el azúcar, la canela, la mantequilla y los albaricoques. Llevamos a ebullición y dejamos cocer a fuego suave durante unos 20 minutos o hasta que la salsa se haya reducido y tenga la consistencia de la miel. Reservamos.
Cortamos el pollo en trozos y picamos en juliana la cebolla.
En el tajín disponemos el pollo y el aceite. Añadimos la sal, la pimienta, el jengibre, el azafrán y la rama de canela. Al final, incorporamos las cebollas y vertemos el agua sobre el pollo. Tapamos y dejamos cocer muy despacio a fuego lento, aproximadamente unos 4o minutos.
A la hora de servir colocamos el guiso de pollo, a su lado unos pocos de albaricoque y esparcimos unos piñones por encima. Servimos bien caliente.