Pedir en la pescadería que se límpien las truchas para rellenar, quitándole la cabeza, las visceras y la espina dorsal.
Lavar y secar bien las truchas, abrirlas, rellenar cada una de ellas con una loncha de jamón de 20 g y volver a cerrar.
Si es posible, rellenarlas con horas de antelación y resfrigerar para que coja el gusto del jamón y se asalmonen, aunque éstaría mejor dicho.
Poner en una bandeja papel para horno y colocar el pescado, pintar la superficie con dos cucharaditas de aceite.
Introducir en el horno precalentado, dejar dorar durante unos diez minutos, mientras, cortar los ajos a trocitos, los 60g de jamón restante en taquitos y dorar en una sartén con una cucharada de aceite, cuando esté un poco dorado.
Retirar del fuego y añadir el perejil picado, poner por encima de las truchas, hornear un par de minutos más y listo.