Ponemos una bandeja en la parte central del horno y precalentamos a 150º.
Batimos el queso con los 3/4 taza de miel en un bowl grande o en la KitchenAid (con el batidor plano) a velocidad media por espacio de unos 2 minutos o hasta que esté todo integrado y blando.
Añadimos los huevos de uno en uno esperando que el que ponemos se integre totalmente antes de añadir el siguiente. A continuación añadimos la harina y la vainilla y batimos hasta que esté uniforme. Reservamos.
En el vaso del Thermomix (o una picadora) picamos los frutos secos con el azúcar moreno y la canela durante unos segundos. Deben quedar gruesos, como arena, no como polvo.
Engrasamos ahora generosamente el molde con mantequilla derretida y extendemos en él una hoja de pasta filo previamente engrasada también con abundante mantequilla, cubriendo las paredes del molde y espolvoreamos una cucharada de la mezcla de frutos secos intentando que también se peguen a las paredes. Repetimos esta operación hasta acabar con las hojas de pasta filo, que habremos colocado en ángulos de 90º para cubrir la circunferencia de las paredes del molde.
Añadimos la mitad de la masa de queso. Mezclamos bien los frutos secos con dos cucharadas de miel y ponemos esta mezcla encima de la masa, repartiéndola por toda la superficie.Vertimos con cuidado la otra mitad de la masa sobre la mezcla de frutos secos y damos unos golpes contra la mesa o encimera para asentar el pastel. Recortamos la masa filo sobrante con unas tijeras de cocina.
Horneamos durante 1 o 1 y 1/2 horas, dependiendo de vuestro horno. Estará listo cuando esté ligeramente dorado, un pelín inflado y al mover el molde todavía "baile" la masa.Lo dejaremos enfriar a temperatura ambiente unas 2 horas y ya estará listo para desmoldar y servir.Podemos conservarlo bien envuelto, hasta 3 días en el frigorífico.
Comentarios de los miembros:
Sublime!!!!!!!!!!