Baklava es el postre típico de Turquía, aunque también se hace en casi todos los países árabes e incluso en Grecia. Cada país tiene sus variaciones pero todos tienen como base los frutos secos y pasta filo.
Metemos los frutos secos en el vaso de la picadora junto con el azúcar y una pizca de sal. Picamos bien todo y reservamos.
En un molde cuadrado, untamos la base con mantequilla derretida y ponemos encima una hoja de pasta filo, untamos con mantequilla y ponemos otra más.
Extendemos un poco de la picada de frutos secos y tapamos con otras dos capas de pasta filo (untando siempre cada una con mantequilla). Repetimos al menos tres veces.
Presionamos bien para que quede compacto y se rellenen bien los huecos. Dejamos reposar todo durante al menos 15 minutos y cortamos con el cuchillo en las formas que queramos (en mi caso siempre en triangulos).
Metemos los pastelitos ya cortados en el horno durante 30 minutos.
Mientras vamos preparando el almíbar. En un cazo ponemos un vaso de agua, medio de zumo de naranja, el zumo del limón y media cascara del mismo.
Añadimos las cucharadas de miel, la canela y el clavo de olor y llevamos a fuego medio hasta que hierva durante cinco o diez minutos. Retiramos.
Sacamos los pasteles del horno y aún bien calientes regamos con el almibar por todos los sitios. Dejamos enfriar a temperatura ambiente al menos una hora antes de servirlos.
Un buen té moruno o un té de menta son los aliados perfectos para este rico postre.
Comentarios de los miembros:
Que delicia, ya los quiero comer¡¡¡¡¡
Rico rico
Muy buena la reseta
Muy rico
Excelente para trabajar con mis alumnos.
Gracias por la receta se ve rebuena