Os recomiendo pasearos por el blog de Kanela y Limón de donde he sacado estos bollitos. Además de ser muy buen cocinera hace unas fotos preciosas y avisa de las últimas novedades culinarias que aparecen en Lidl. Y estoy de acuerdo con ella, son super esponjosos, suaves, cremosos, tipo brioche, tipo suizo. Pensaba tomarlos tostados con mantequilla y mermelada pero al final me los comí tal cual y un cafetito... mmmmmmh ! (Colocar por este orden en la cubeta de la panificadora)
Colocamos los ingredientes en el orden mencionado en la cubeta de la panificadora.
Seleccionamos el programa que amasa y fermenta que dura 1 hora 50 minutos. Cuando acaba sacar la masa a la encimera enharinada e ir haciendo bolitas de 40 gr. cada una y las ponéis en un molde engrasado ligeramente con aceite.
Se dejan 1 hora más para que crezcan un poco más. Pintamos con huevo batido e introducimos a horno precalentado a 180ºC hasta que tengan un bonito color dorado. Retirar y dejar enfriar. Ideales para el desayuno o la merienda.
Opcionalmente podéis meter todos los ingredientes en la panificadora y poner la función que sólo amasa. Una vez pasado el tiempo, retirar la masa de la cubeta y la ponéis en un amplio recipiente untado con aceite. Se tapa con un paño húmedo y lo dejáis toda la noche en la nevera. Al día siguiente retiramos la masa del frigorífico, no hace falta esperar a que tome temperatura ambiente, se dá forma como veis en la foto de arriba y dejar que aumenten de nuevo su volumen.
Si los queréis hacer a mano, todo el procedimiento es el mismo, excepto lógicamente el amasado. Para ello colocamos la harina con la sal en forma de volcán en la mesa de trabajo, en el medio el puré de calabaza y la mantequilla, el resto de ingredientes los mezclamos y los vamos añadiendo poco a poco a la harina a la vez que vamos mezclando con los dedos hasta tenerlo todo incorporado. Amasar hasta conseguir una bola de masa suave, elástica y que no se pegue a las manos.