Pela, corta en cuartos y quita el corazón a las manzanas. Córtalas en rodajas a lo largo y con un grosor de unos 9 mm. Deberás obtener unas 8 tazas.
Lleva a ebullición el agua, el azúcar y el zumo de limón, removiendo hasta que el azúcar se haya disuelto. Incorpora las manzanas y cuece sobre fuego moderadamente alto durante unos 20 minutos, removiendo frecuentemente para evitar que las manzanas se peguen y se quemen. Deberán convertirse en una masa casi transparente.
Mientras las manzanas se están haciendo, embadurna el interior del molde con el aceite; haz lo mismo con el papel de horno y colócalo en el fondo del molde. Haz un diseño decorativo en el fondo del molde con la mitad de las frutas glaseadas. Corta en dados el resto y ponlo a cocer con las manzanas los 2 o 3 últimos minutos de cocción.
Cuando las manzanas estén hechas, retíralas del fuego e incorpora y revuelve el ron. Viértelo a cucharadas en el molde y deja enfriar de 4 a 6 horas, o hasta que haya cuajado. Sirve de la siguiente manera.