Precalentamos el horno a 180ºC y batimos la margarina con el edulcorante en polvo hasta obtener una mezcla cremosa y suave. Mientras batimos, añadimos las yemas de huevo, de una en una. A continuación, agregamos la leche y batimos; por último, la harina tamizada y mezclamos lo justo hasta que se haya incorporado y no queden grumos.
Por otro lado, batimos las claras de huevo a punto de nieve con una pizca de sal. Añadimos las claras a la mezcla anterior y removemos con cuidado para que no se bajen.
Cubrimos la base de un molde redondo de 20cm de diámetro con papel de hornear. Untamos las paredes del molde y la base con margarina y vertemos la masa.
Repartimos por toda la superficie de la masa los trocitos de fruta y horneamos 1 hora a 150ºC. Retiramos la tarta del horno, la dejamos reposar unos minutos y, cuando haya templado, la desmoldamos.