Esta tarta tiene una base crujiente de espelta integral y sésamo, no lleva nada de azúcar, sólo está ligeramente endulzada con pasta de dátiles. No quiero desanimar a nadie pero la base tiene ese ligero saborcillo a cemento de la repostería integral, sin azúcar, bla bla bla pero a mi me gusta. Por supuesto puedes utilizar una placa de hojaldre (las hay veganas).
Pasta de dátil: quitar el hueso a los dátiles, cortarlos en trozos y ponerlos en un cuenco y cubrir con agua justo hasta el borde los dátiles. Yo los dejo remojar toda la noche. Al día siguiente se cuelan, reservando el agua, y se ponen ponerlos en el robot de cocina. Se trituran bien. Se va añadiendo el agua de haberlos remojado, poco a poco, hasta que consigas una textura de pasta.
Compota de manzana: se pelan las manzanas y se cortan en trocitos. Se ponen en un cazo con un chorrito de agua y 1 cucharadita de canela. Se deja cocer hasta que se ablanden. Más o menos 15 minutos. Ir chequeando para que no se os queme. Si es necesario, ir añadiendo más agua (en pequeños chorritos, para evitar que tenga demasiado líquido). Una vez que ya esté hecha, meter en el robot y triturar. Reservar.
Poner la 1/2 taza de semillas de sésamo en un molinillo y moler hasta conseguir como una harina.
Para hacer la masa yo uso la panificadora, función 7 (sólo amasado).
En la cubeta de la panificadora se ponen el agua, el aceite y la pasta de dátil. A continuación la harina integral de espelta (o avena), el sésamo triturado y canela. Poner la panificadora en marcha y dejar 15 minutos amasando.
Sacar la masa de la cubeta y tapar con film de cocina. Meter en la nevera durante 30 minutos para que la masa se relaje.
Cubrir una bandeja de horno con papel de horno. Extender la masa por toda la superficie de la bandeja ayudándote con las manos. He hecho una pequeña decoración en los bordes de la masa. Con un tenedor pinchar toda la base y meter en el horno precalentado a 180º. Dejar 15 minutos en el horno hasta que se dore:
Sacar la base del horno y extender la compota de manzana:
Pelar y cortar las otras 3 manzanas en rodajitas e ir colocándolas encima de la compota:
Espolvorear con canela:
Volver a meter la bandeja en el horno y dejar 35 minutos a la misma temperatura, 180º.
Sacar del horno. En un bol ponemos 1 cucharada de pasta de dátil mezclado con agua para aligerarlo. Con esta mezcla pincelamos toda la superficie para darle dulzor y algo de brillito. Si piensas que va a estar demasiado "poco dulce" puedes añadirle edulcorante líquido a la pasta de dátil aguada. De este modo al no pasar por el horno el dulzor del edulcorante no desaparece.
Últimamente procuro hacer repostería sana aunque entiendo que es un sabor chocante porque cuando tomas dulce inevitablemente buscas esa sensación y sabor que te ofrece el azúcar refinado. Lo importante es que mi cabeza piense que tengo algo dulce que echarme al cuerpo después de comer acompañando un cafetito.
Los dátiles son un endulzante natural no procesado. Sólo se dejan madurar en la palmera, se recogen y se dejan secar. Hay que tener cuidado de no comprar dátiles a los que se les ha añadido azúcar o edulcorantes antes de embolsarlos. Es mejor comprar dátil en rama.
Muchas gracias :)