Para hacer la base, triturar las galletas, añadir la mantequilla fundida y el ron. Mezclar bien hasta conseguir una masa homogénea.
Colocar la mezcla en el fondo de un molde desmontable y presionar con el dorso de una cuchara extendiéndola por toda la base. Reservar en la nevera.
Para hacer el relleno, calentar el ron, el agua y el azúcar, remover hasta que el azúcar esté completamente disuelto. Añadir la hierbabuena, el zumo y la ralladura de las limas, hervir a fuego muy suave durante 20 minutos. Dejar enfriar y colar.
Volver a calentar un poco y disolver la gelatina neutra, añadir el queso y remover hasta que esté todo bien mezclado.
Poner en el vaso el ron, el agua y el azúcar y programar 5 minutos, 80º, velocidad 2.
Añadir la hierbabuena, el zumo y ralladura de las limas, programar 20 minutos, 80º, velocidad 2.
Dejar enfriar y colar. Agregar la gelatina y mezclar durante 2 minutos, 50º velocidad 4, añadir el queso y programar 2 minutos, velocidad 3.
Verter la mezcla sobre la base de galletas y meter en la nevera hasta que cuaje.
Para hacer la cubierta, disolver la gelatina de limón en 250 ml. de agua hirviendo, remover hasta que esté completamente disuelta.
Añadir 250 ml. de agua fría y remover. Poner unas gotas de colorante verde y dejar enfriar.
Verter sobre la crema ya cuajada y mantener en la nevera, mejor de un día para otro.
Desmoldar y servir con una rodaja de lima, unas hojitas de hierbabuena y sirope de menta