Preparamos la butter milk mezclando la leche con el zumo de limón. Removemos y reservamos 10 minutos.
Para hacer el frosting ponemos la mantequilla a punto pomada en un bol y batimos hasta que blanquee. Añadimos el queso y seguimos batiendo. Incorporamos el azúcar y la vainilla y batimos hasta conseguir una crema suave y sedosa.
En un bol mezclamos la harina con el cacao, la levadura y la sal. Reservamos En otro bol batimos los 2 huevos junto con el azúcar hasta que espumen. Añadimos el aceite, la vainilla y seguimos batiendo. Reservamos. En otro recipiente mezclamos la butter milk y el colorante rojo. Reservamos.
Ahora iremos añadiendo en el bol de los huevos parte de la mezcla de harina y parte de la de leche, alternativamente hasta terminarlas. Por último mezclamos el vinagre con el bicarbonato y lo añadimos a la masa mezclando inmediatamente.
Mezclamos hasta que la masa esté homogénea y vertemos en un molde con papel de horno en la base y untado con mantequilla por los laterales. Precalentamos el horno a 180 grados e introducimos el molde a mitad de altura bajando la temperatura a 160-170 grados unos 50-60 min. o bien hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio. Dejamos enfriar para poder desmoldarlo.
Con un cuchillo cortamos la capa superior del bizcocho para dejarlo plano. Esta capa que retiramos la desmigamos con las manos y reservamos las migas. El bizcocho que nos queda, lo cortamos horizontalmente por la mitad para conseguir dos planchas. Cubrimos una de las planchas con frosting de queso y superponemos la otra plancha de bizcocho.
Cubrimos toda la tarta con frosting tanto por encima como por los laterales y dejamos enfriar media hora en la nevera. Decoramos con las migas que teníamos cubriendo todo el lateral de la tarta.
Con una manga pastelera rellena de frosting decoramos todo el borde superior de la tarta formando flores y en el centro hacemos un corazón. Lo rellenemos con migas y espolvoreamos un poco por el resto.
Es exquisita. Besicos