Clásica entre las clásicas, la bechamel forma parte del acerbo culinario más tradicional. Suave, sedosa y untosa son las claves de una buena bechamel. Disputado el origen entre franceses e italianos lo que a nosotros nos importa es cómo cocinarla a la perfección.
El gratinado es uno de esos pequeños placeres en la gastronomía que combina lo mejor de dos mundos: una costra crujiente y dorada que se desmorona al contacto, y un interior cremoso que despierta todos los sentidos. Pero, ¿cómo lograr esa perfección que tanto deleita...