Si quieres reducir tu consumo de grasa sin sacrificar tu ingesta de proteínas, es importante que conozcas el contenido graso de las distintas carnes. La buena noticia es que no todas las carnes tienen el mismo contenido graso, y algunas opciones son mucho más ligeras que otras. Te mostramos una clasificación de las carnes, desde las más grasas a la menos grasa, con consejos para elegir opciones más sanas sin renunciar al placer de comer carne ;-)
El pato, sobre todo con piel, es una bomba de sabor... y de grasa. Una ración de 100 gr de pato con piel puede contener hasta 28 gr de grasa. Así que, aunque el confit de pato sea delicioso, recuerda quitarle la piel si quieres limitar tu ingesta de grasa.
El cordero es una carne sabrosa, pero algunos cortes son bastante grasos, como la pierna o las chuletas. Una ración de 100 gr de cordero puede contener entre 17 y 23 gr de grasa, y cortes como la pechuga encabezan la lista. Elige cortes más magros, como la paletilla, para una versión más ligera.
La carne de cerdo puede ser sorprendentemente variada. Las costillas y el costillar se encuentran entre los cortes más grasos, ya que contienen entre 15 y 18 gr de grasa por cada 100 gr. Si te gusta el cerdo, piensa en el solomillo, mucho más magro.
La carne de vacuno, sobre todo los cortes grasos como el bistec de costilla o el costillar, es una carne con un contenido de grasa muy variado. Algunos cortes pueden contener entre 10 y 20 gr de grasa por cada 100 gr. Para una comida más ligera, opta por cortes más magros como el solomillo, como filete, lomo o bistec, que contienen menos de 5 a 10 gr de grasa.
La carne de ternera, a menudo considerada más ligera que la de vacuno, puede contener entre 10 y 12 gr de grasa según el corte. Sin embargo, los cortes magros, como el escalope de ternera, son mucho más ligeros y solo contienen entre 2 y 5 gr de grasa.
A diferencia de las costillas, el solomillo es uno de los cortes más magros del cerdo. Contiene una media de 4 a 6 gr de grasa por 100 gr, sin dejar de ser tierno y sabroso. Una opción estupenda para darse un capricho sin remordimientos.
¡Ah, el pollo! Sobre todo sin piel, es una carne muy magra. Una pechuga de pollo sin piel sólo contiene entre 2 y 4 gr de grasa por cada 100 gr. ¿Conclusión? Quitarle la piel antes de cocinarla para no multiplicar el contenido graso.
Al igual que el pollo, el pavo es una carne muy magra, sobre todo si se elige la pechuga. De media, una ración de 100 gr contiene entre 1 y 2 gr de grasa. Perfecto para quienes buscan proteínas sin grasas innecesarias.
A menudo se subestima el conejo, pero es una excelente opción para una comida ligera. Con sólo de 2 a 4 gr de grasa por 100 gr, es tierno, sabroso y lleno de nutrientes.
La carne de caballo también es magra y rica en hierro. Contiene una media de 2-5 gr de grasa por 100 gr, y es una excelente opción para variar tus fuentes de proteínas.
Por último, las carnes de caza como el venado o el ciervo se encuentran entre las más magras que se pueden comer, con sólo 1 a 3 gr de grasa por cada 100 gr. Además, son ricas en nutrientes esenciales y sabor.
¿Qué parte de la ternera usar?La carne de ternera, es decir la que se extrae de vacas y bueyes, se trata de una carne muy magra que protagoniza gran cantidad de guisos y estofados en diversos países: ternera marengo, goulash (Hungría), ossobuco (Italia), blanquette de veau (Francia)...
Cómo cocinar carne de conejoEl conejo es una de las carnes más difíciles de cocinar con gusto. Esta carne es muy apreciada por su sabor y sus múltiples preparaciones, formando parte de la cocina más tradicional pero también de los platos más innovadores. Saber cómo cocinar la carne de conejo nos asegura un plato estupendo y un éxito entre los comensales.
