No cometas este error: ¡Rehidrata las setas secas de forma correcta!

¿Cómo rehidratar las setas secas?

Rehidratar setas secas es un proceso sencillo, pero conviene seguir algunos pasos para asegurarte de que recuperen toda su textura y sabor. Existen varios métodos, dependiendo de la receta y del tiempo disponible.

• Agua fría: El método más clásico. Deja las setas en remojo durante 15-20 minutos. Es ideal si no tienes prisa y quieres que las setas mantengan una textura delicada.
• Agua caliente: Si buscas rapidez, este método es perfecto. Pon las setas en agua caliente durante 10-15 minutos. El agua absorberá parte del sabor, por lo que puedes aprovecharla para enriquecer tus platos, como en salsas o caldos.
• Caldo de verduras o carne: Para darle un toque extra de sabor, puedes rehidratar las setas en caldo. Este líquido resultante es muy útil para preparar risottos, salsas o guisos, ya que aporta una profundidad extra de sabor.
• Leche caliente: Si quieres unas setas especialmente suaves y carnosas, utiliza leche caliente. Este método es perfecto si las setas van a ser el ingrediente principal de la receta o si buscas una textura más cremosa.

Errores a evitar al rehidratar setas secas

Existen algunos errores comunes que pueden arruinar la textura de las setas rehidratadas:

• No uses agua hirviendo: Aunque parezca que acortará el tiempo, el agua hirviendo puede hacer que las setas queden duras y gomosas, lo que afectará tanto su textura como su sabor.
• No cortes las setas antes de rehidratarlas: Si las cortas antes de hidratarlas, no absorberán el líquido de manera uniforme. Es mejor dejarlas enteras y luego cortarlas si es necesario.

Consejos útiles para rehidratar correctamente las setas secas

• Cantidad de líquido: Para 30 gramos de setas secas, utiliza aproximadamente 1 litro de líquido. Esto garantizará que las setas tengan suficiente espacio para absorber el agua y rehidratarse por completo.
• Recipiente adecuado: Elige un cuenco o recipiente amplio para que las setas puedan expandirse libremente al absorber el agua.
• Limpieza: Tras rehidratarlas, es importante enjuagarlas suavemente bajo el grifo para eliminar cualquier resto de tierra o impurezas. Luego, escúrrelas bien con las manos, sin ejercer demasiada presión para no dañarlas.

¿Qué recetas preparar con setas secas?

Las setas secas rehidratadas son increíblemente versátiles en la cocina. Aquí tienes algunas ideas de platos en los que puedes utilizarlas:

• Risottos: añade las setas rehidratadas y picadas hacia el final de la cocción para darle un sabor profundo y cremoso a tu risotto.
• Salsas para pasta: Prepara una salsa deliciosa combinando las setas con aceite de oliva virgen extra, ajo y queso parmesano. Perfecto para acompañar cualquier tipo de pasta.
• Guisos y estofados: Las setas secas son ideales para enriquecer guisos de carne o verduras, ya que aportan un sabor intenso y terroso.
• Tortillas y revueltos: Añade trozos de setas rehidratadas a la mezcla de huevo para dar un toque gourmet a tus tortillas o revueltos.
• Rellenos: Pica finamente las setas y utilízalas como relleno para empanadas, tartas saladas, raviolis o tortellini.