Esta vez vengo con todas con un aperitivo espectacular, versátil.económico y que a nadie deja indiferente, es imposible pasar al lado y no picar con una o varias patatas. Es versátil ya que si lo sirves con un alioli o una salsa de pimientos, de especias, queso o lo que quieras, estará buenísimo.
Pela las patatas, lava y corta en láminas muy finas con un cuchillo afilado. Pela los ajos y májalos .En un cuenco, mezcla el ajo con el aceite, la cayena, el comino, la cúrcuma, el pimentón y la sal. Impregna bien las láminas de patatas con la mezcla. Déjalas escurrir y ponlas sobre papel de cocina.
En un caldero pon a calentar suficiente aceite de oliva para freír las patatas; una vez caliente, vas friéndolas y dejándolas secar sobre papel de cocina.
Las puedes acompañar con la salsa que prefieras, yo hice un alioli tradicional con orégano y una salsa de guindillas.
Pela los dientes de ajo y májalos. Sofríe el ajo a fuego medio sin que se dore demasiado. Corta las hojas de orégano en tiras finas, si no tienes hojas de orégano puedes usarlo seco o incluso con albahaca.
En un cuenco, mezcla la mayonesa con el ajo, un poquito del aceite de la sartén, orégano, y el zumo de limón. Salpimienta la salsa y lista para servir. Se conserva una semana en la nevera.
Preparación de la salsa de guindilla: Lava el pimiento y las guindillas, quítales las semillas, la membrana blanca y el rabito. Corta el pimiento en dados, pica las guindillas. Pela la cebolla, los ajos y pícalos pequeños. Calienta el aceite y rehoga los pimientos en dado, las guindillas, la cebolla y el ajo unos 10 minutos. Tritura. Sazona la salsa con el vinagre, comino, azúcar y sal. Se conserva bien en la nevera 2 o 3 semanas