Primero prepararemos las delicias así mientras enfría un poco la masa, iremos cocinando a fuego lento la cremita. A los fogones! en una cazuela pon el medio litro de leche junto a los daditos de Jamón, para que suelten todo su jugo, es un paso muy importante, de ello dependerá que la bechamel tenga ese sabor tan especial, que da el mismo jugo.
Una vez que la leche este bien caliente sin que rompa a hervir, apaga el fuego y reserva. En una sartén incorpora una cucharada de aceite de oliva, bien cumplida. Cuando empiece a estar calentito, añade los 25 g de harina y remueve hasta ver la harina dorada. Aparta del fuego y añade media taza de leche templada - la que tenemos reservada- ah! recuerda colar la leche y reserva el Jamón.
No dejes de remover, con unas varillas, de forma enérgica para que no queden grumos, cuando veas que se ha unido bien, vuelve al fuego. Continua removiendo hasta su primer hervor, una vez que lo haga, aparta del fuego. De nuevo otra media tacita de leche y sigue removiendo, una vez que este unido, al fuego.
Cuando empiece a hervir, vuelve a retirar la sartén del fuego e incorpora la leche que quede, siempre sin dejar de remover. Lleva al fuego y sigue trabajando la bechamel, veras como poco a poco va cogiendo cuerpo, cuando empiece a hervir, retira del fuego, sin dejar de remover, veras que va quedando una bechamel muy brillante y suave.
Incorpora los dados de jamón ibérico y espolvorea con un poquito de pimienta, al fuego y que de un nuevo hervor. Tendrás lista tu masa para las delicias de Jamón, Reserva la masa en un lugar fresco, cúbrela con un poquito de papel film, para que no reseque la capa de arriba.
Ahora la crema de lechuga, aquí. Un momento! las delicias recuerda que las tienes reservadas. La masa estará fría, dales la forma que desees, yo las hice redonditas y pásalas por pan rallado, huevo y otra vez pan rallado. Fríelas con abundante aceite, a ser posible de oliva.