Vamos a preparar cuatro tipos diferentes de emparedados. Hacemos primero las mezclas y dejamos preparados todos los ingredientes. Os explico cada una de las variedades. Jamón y queso. Cada emparedado llevará una loncha de jamón partida por la mitad y una loncha de queso. Ponemos jamón, queso, jamón.
Bonito con Mayonesa. Desmenuzamos bien el bonito, al que le habremos escurrido el aceite. Mezclamos con la mayonesa y añadimos un poco de sal y vinagre, para darle un poco de alegría. Le podemos añadir también un poco de picante. Removemos bien la mezcla para que quede homogénea.
Jamón y Huevo. Picamos unas cuantas lonchas de jamón en trocitos muy, muy pequeños y hacemos lo mismo con los huevos cocidos. Mezclamos con la mayonesa y removemos bien. Queso con Anchoas. Extendemos el queso en la rebanada de pan y distribuimos las anchoas de manera que al cortarla en cuatro triángulos, todos los trozos tengan anchoas.
Vamos a hacer cuatro sándwich de cada tipo. Ponemos cuatro rebanadas de pan, rellenamos con la mezcla correspondiente y cubrimos con otra rebanada. La distribución de la mezcla lo hacemos lo mejor posible, para que esté bien repartida y no sobresalga de la rebanada. Hacemos lo mismo con los cuatro tipos de mezcla.
Ponemos una bandeja rectangular y cubrimos el fondo con un paño húmedo. Recortamos tres trozos de papel de horno, del tamaño del fondo de la bandeja. Ponemos un trozo de papel y encima cuatro sándwich de un tipo, cubrimos con otro papel y encima otros cuatro sándwich. Tapamos con otro papel y cubrimos todo con el paño de cocina cerrando bien por los lados.
Ponemos otra bandeja encima y hacemos el mismo proceso con los otros ocho sándwich. Terminamos con otra bandeja y les ponemos peso encima. Yo he puesto doce litros de leche. Es importante que el peso esté bien repartido, para que se prensen todos por igual, por eso los bricks son muy cómodos.
Dejamos prensar por lo menos dos horas y los sacamos. Cortamos cada sándwich, en cuatro trozos por las diagonales, de manera que queden cuatro triángulos. Los servimos de cuatro en cuatro, por sabores. Si no se van a comer inmediatamente, los tapamos con un paño húmedo, para que no se resequen.