Precalentar el horno a 180ºC. En un bol mezclar la mantequilla con el azúcar y luego agregar el lino machacado o pasado por la picadora (importante que esté machacado o bien picado). Añadirle el huevo batido y la vainilla. En otro bol mezclar las harinas con la sal, la levadura o el bicarbonato y los copos de avena.
Echar el bol de las harinas en el bol de la mantequilla y mezclar todo bien hasta que se haga una pasta pegajosa pero moldeable. Extender la pasta sobre un papel film transparente y hacer un rollito alargado ayudándonos del papel film. Cerramos los extremos y lo metemos en el congelador hasta que se ponga un poco duro (yo lo dejé toda la noche)
Una vez esté un poco duro cortamos porciones de 1 centímetro más o menos y las colocamos encima de una bandeja de horno (si ha estado toda la noche en el congelador dejaremos unos 10 minutos para que se ablande un poco y se pueda cortar bien)
Ponemos una cucharadita de granadas por encima de cada galleta y aplastamos un poco para que queden bien pegadas. Metemos las galletas en el horno durante unos 18 minutos calor arriba y abajo hasta que se empiecen a dorar por los bordes. Sacar y dejar sobre una rejilla para que se enfrien.