Primeramente picamos el ajo y el perejil lo más pequeño de podamos. En una cazuela, echamos un poco de aceite y pochamos los ajos (que nunca lleguen a dorarse) y añadimos las tres cucharadas de harina. Removemos bien y lo cocemos a fuego medio un par de minutos para que la harina se haga.
A continuación añadimos el perejil, damos un par de vuelta y le tiramos el vaso de vino blanco. Subimos un poco el fuego para que el vino evapore todo el alcohol.
Obtendremos una pasta medio espesa, entonces añadimos las virutas de jamón y el litro de caldo de pescado.
Lo dejamos todo hervir unos 10 minutos, corrigiendo de sal y pimienta.
Pasado ese tiempo, añadimos los corazones de alcachofas partidos por la mitad, lo dejamos 5 minutos haciendo chup chup a fuego medio.
Añadimos las almejas y cocinamos solo un par de minutos más.
Muchas veces las almejas tienen tierra en su interior llegando a arruinar toda nuestra receta. Para evitar que esto nos pase, antes de cocinarlas, ponlas en un recipimiente con abundante agua y sal gorda. Dejálas al menos 20 minutos. Luego enjúagalas con agua y ¡a cocinar!