En una cazuela poner aceite a calentar y dorar en él la cebolla y las zanahorias cortadas en láminas muy finas. Cuando ya tengan bastante color, añadir el ajo cortado menudo y un poquito de sal.
Echar las hojas de laurel, los clavos y la pimienta. Dar unas vueltas.
Incorporar la harina, freírla durante unos segundos y añadir el vino blanco, dejar que se evapore el alcohol.
Se habrá formado una crema espesa, es el momento de colocar los mejillones, tapar la cazuela y subir el fuego, el agua que contienen los mejillones será la que forme la salsa.
Cuando estén abiertos, retirarlos de la cazuela y poner ésta de nuevo en al calor para reducir unos minutos la salsa y que quede un poco espesita. Además, de esta forma si el vino es un poco ácido quedará más suave y la cebolla estará bien cocida.
Quitar las conchas vacías, colocar en un plato y regar con la salsa caliente.
No hay que olvidar retirar los clavos de olor, no son agradables de masticar.
Comentarios de los miembros (31):
La hice infinidad de veces
Magnifica
Ya la había hecho es excelente
Buena pero cambiaría las zanahorias por tomatitos cherry
Buenisimos
Un entrante buenisimo y facil de hacer
Una maravilla
Muy buenos
LO hare
RIQUISIMOS !!!!