Aunque está receta es más de invierno que de verano, no hace falta tomarla muy caliente, así que también la podéis consumir en periodo estival. El único inconveniente es el olor que os va a dejar en la cocina, por lo que hacerla para cenar y así podréis dejar las ventanas abiertas para que se ventile bien la casa y no tengáis que soportar el aroma.
Lo primero que hacemos es trocear el repollo en trozos pequeños, pelamos las patatas y las cortamos en trozos grandes, ya que si no se nos desharán cuando cozamos las verduras.
Ponemos agua en una olla y la ponemos a cocer, echamos las verduras y las salamos. Tenéis que llenar más o menos la mitad de la olla, no hace falta cubrir las verduras.
Yo lo hice en olla normal, porque no me gusta la express y las tuve 50 minutos, pero eso lo podéis ir controlando, daros cuenta que las tenéis que sacar cuando estén blandas.
Ponéis las verduras en un escurridor y mientras tanto en la misma olla echáis un poco de aceite de oliva y los ajos para que se vayan dorando, una vez que hayan cogido color sacáis la olla del fuero y le añadís la cucharadita de pimentón y le dais unas vueltas.
Esto lo tenéis que hacer fuera del fuego, porque el pimentón se quema con solo mirarlo. Luego ponéis la olla otra vez en el fuego, echáis las verduras y las ponéis otro poco de sal. Le dais unas vueltas y ya está listo para comer.
Comentarios de los miembros:
Facil, pero no contundente