Dependiendo de cómo sea de grueso el bacalao deberéis tenerlo entre 24 ó 48 horas a remojo, de modo que lo laváis bien para quitarle la sal y lo metéis en una fuente con agua fría, a poder ser en la nevera, para que así tenga siempre la misma temperatura. Cada unas 10 horas más o menos le cambiáis el agua, hasta la hora de cocinarlo. La cebolla la picamos en juliana y la ponemos a pochar con un poco de aceite como una media hora, hasta que tenga ese color caramelo y queda blandita. Una vez tengamos la cebolla, lo que tenemos que hacer es cortar el bacalao en trozos y sellarlos en la sartén con un poco de aceite, entre 3 y 6 minutos dependiendo del grosor. Para la mayonesa tenéis dos opciones, hacerla en casa, con un huevo, medio diente de ajo y aceite, o como en mi caso, que como era poca cantidad la que necesitaba recurrí a mayonesa en bote a la que añadí un trozo de ajo y lo batí igualmente con la batidora. Pues bien, una vez hecho todo esto, cubrimos el bacalao después de sellarlo en la sartén con una capa de mayonesa, de grosor a gusto del consumidor, y lo metemos a gratinar durante aproximadamente unos 8 minutos, de modo que veamos que la mayonesa adquiere un aspecto como de bechamel. Lo sacamos del horno y lo servimos sobre la cama de cebolla que hemos caramelizado previamente.
Comentarios de los miembros:
Parece muy buena, sobretodo si no se pone mucha mayonesa.
Muy buena y fácil. Acompañar con papas guisadas al microondas y ¡Buen provecho! Teri
Esta riquisimo, no pense que estuviera tan bueno.
Debe estar riquisimo...