¿Cansado de preparar la calabaza siempre de la misma manera? ¿Qué os parece si hacemos un crumble? Es rápido de cocinar, saludable y queda con una textura cremosa que contrasta con el crujiente que le aporta la avellana. En Petitchef tenemos muchas recetas con butterntut, la calabaza de inverno por excelencia, pero este crumble nos tiene verdaderamente enamorados. Ideal tanto para guarnición como para plato principal vegano. A continuación, te contamos, paso a paso, cómo hacerlo ¿te animas?
Pelar, despepitar, cortar la calabaza y cocinarla al vapor. En una sartén con un poco de aceite pocharemos la chalota pelada y picada. Añade las hierbas provenzales y mezcla. Por otro parte, tuesta la avellanas en una sartén caliente durante unos minutos. Hazlo a fuego medio y mueve las avellanas para que tomen un color dorado por todos los lados.
Machaca la calabaza hasta conseguir una especie de puré. Añade el parmesano y mezcla. Luego, también las chalotas y vuelve a mezclar.
Para el crumble: En un bol, mezcla la mantequilla fría junto a la harina de trigo integral, las avellanas en polvo y las avellanas tostadas y troceadas. Salpimienta al gusto.
Distribuye el puré de calabaza en una refractario para horno. Encima, pon el crumble y hornea 180ºC durante 40 minutos.