Me encanta el ajo, pero si lo pongo en crudo en los filetes, sabe riquísimo, pero me paso toda la tarde repitiendo el sabor. Así que lo primero que hago es hervir el diente de ajo durante no más de uno o dos minutos, con lo cual sigue siendo ajo, pero mucho más suave.
Después de blanquearlo, lo picamos fino. En un bol, mezclamos la carne con un huevo crudo (sin cáscara, tiene mucho calcio, pero es incómoda de comer), el ajo, el perejil picado, sal, pimienta y el poquito de mostaza. Trabajamos un poco. Reposamos unos 10 minutos.
Cubrimos una superficie limpia con pan rallado y damos forma de filetes a la carne. A mi personalmente me gustan finitos y grandecitos, como sábanas. Si quieres manejarlo mejor, haz filetes más regordetes. Eso va a gusto de cada un@. Rebozamos con pan rallado. Empapamos primero en huevo batido, luego en pan rallado.
Ponemos aceite a calentar en una sartén. Si vas a cocinar para más, te sugiero que tengas varias sartenes preparadas con aceite, porque se ensucia muchísimo, y da mal sabor. Con 200 g cambié de aceite una vez. Merece la pena, se gana mucho en sabor. Vuelta y vuelta (en mi caso, por que fueron muy finitos) y listo. Acompañamos con ensalada y lloramos casi del saborcito rico.