Para los ñoquis: cocemos la batata y la pasamos por en pasapurés. Tenemos que amasarla con la harina, con la yema de huevo y con una pizca de sal.
Una vez amasados hacemos una especia de croqueta larga y los cortamos en piezas de unos dos centímetros. Para darles la forma de ñoqui, nosotros los hemos pasado por una mandolina que tiene unas estrías que nos venían genial.
Simplemente queda hervirlos en agua. El tiempo es realmente corto, solo hasta que suban. Piensa que luego debemos gratinarlos. Los escurrimos bien y reservamos.
Preparamos la salsa de tomate. O mejor aún, le dedicamos un rato y hacemos nosotros mismos salsa de tomate casera como os enseñamos aquí. Sin misterios, sin trampas. Os gustará más. ( http://pepacooks.com/receta-de-salsa-de-tomate-casera/ )
Precalentamos el horno a 200º. Colocamos los ñoquis en una bandeja de horno y cubrimos con la salsa de tomate. Colocamos la mozzarella costada en rodajas por encima y colocamos unas hojas de albahaca junto a ella.
Una cosa clara, en la cocina debemos ser prácticos. Si no dispones de albahaca fresca, usa seca. Si no dispones seca, usa orégano. Es fácil. Solo queda hornear hasta que este gratinado, doradito y burbujeante.
Emplatado Servimos los ñoquis, su parte de mozzarella y su hojita de albahaca que posiblemente te habrá quedado crujiente acompañados de un puñado de parmesano rallado… ¿No lo podéis oler?
Los ñoquis están debajo. Lo que ves es la capa de tomate y queso gratinado.