Pelamos y picamos finamente la cebolla. La zanahoria la pelamos y la cortamos en cuadraditos de mas o menos el mismo tamaño. En una sartén con aceite y a fuego medio, pochamos la cebolla junto con la zanahoria.
Cuando veamos que la cebolla está doradita, echamos la carne picada. Salamos y removemos hasta que la carne esté lista. Vertemos el medio vaso de vino blanco y dejamos unos minutos que hierva para que se evapore el alcohol. Seguidamente incorporamos el tomate frito y movemos con la paleta.
Pasados unos minutos, echaremos el queso parmesano. Damos vueltas a la mezcla para que se funda bien junto con el resto de ingredientes. Apartamos del fuego y probamos para rectificar de sal en caso de ser necesario. Precalentamos el horno a 200º arriba y abajo.
Vertemos la carne en una fuente de horno, para que sea la base del pastel. Prepararemos el puré tal y como nos indique en el envase. Una vez lo tengamos, solo nos quedara cubrir la carne con el, extendiéndolo por toda la superficie. Esparcimos el queso rallado para gratinar y llevamos al horno.
Lo tenemos en el horno hasta que el queso se haya fundido. Sacamos del horno y...a comer!