La masa o pasta choux es una masa realmente versátil ya que nos permite jugar tanto con dulce como con salado. Además con este pasta podemos hacer los profiteroles que hoy vamos a ver, pero también otros postres como los petisús o éclairs.
La masa crece mucho al perder todo el líquido en la cocción por lo que queda realmente esponjosa, ligera y hueca por dentro, de ahí que sea perfecta para rellenar.
En cuanto al relleno si nos decantamos por el dulce, podemos hacerlos de nata, de crema o trufa, espolvoreados con un poco de azúcar glas por encima o bañados en chocolate.
Si optamos por el salado, os recomiendo rellenarlos de foie y os puedo asegurar que será un acompañamiento fantástico.
EN THERMOMIX: Pesamos la harina (podemos usar la balanza de la Thermomix) y reservamos.
Vertemos el agua, la mantequilla, el azúcar y la sal y programamos 5 minutos a 90º a velocidad 2.
Agregamos de golpe toda la harina y mezclamos durante 15 segundos a velocidad 4.
Retiramos el vaso de la máquina y dejamos que temple durante 10 minutos.
Pasado ese tiempo volvemos a colocar el vaso y vamos añadiendo por el bocal uno a uno los huevos hasta que se integren bien. Para ello lo pondremos a velocidad 4 (sin tiempo).
Ponemos una cazuela al fuego y le añadimos el agua, la mantequilla, el azúcar y la sal.
Cuando la mezcla comience a hervir se añade de golpe toda la harina.
Lo mejor es remover con una cuchara de madera. Separamos del fuego y seguimos removiendo.
Una vez que la masa esté bien compacta volvemos a poner al fuego para que la masa se seque sin parar de remover.
Dejamos que la masa se enfríe como 10 minutos. Pasado ese tiempo vamos añadiendo los huevos, uno a uno, hasta que se vayan integrando con la masa. Tenemos que mezclar bien porque al principio parecerá que la masa se corta, pero hay que seguir mezclando hasta que se integre en la masa perfectamente y consigamos una textura cremosa.
La masa resultante la pondremos en una manga pastelera y sobre una bandeja forrada de papel de horno iremos poniendo pequeñas porciones (yo uso la boquilla redonda).
Tendremos el horno precalentado a 190ºC. Horneamos durante 20-25 minutos y llegado ese tiempo, apagamos el horno y los tendremos dentro otros 10 minutos, para conseguir que se sequen por fuera y queden tiernos por dentro.
Una vez fríos los hacemos un corte (sin llegar a partir del todo) y rellenamos al gusto. Podemos hacerlo con nata, crema pastelera, trufa. Además en este caso les dí un baño de chocolate que fundí en el microondas, aunque también podéis espolvorear azúcar glas.
La masa choux tiene la ventaja de que congela muy bien, por lo que podéis tener una manga pastelera preparada para usarla en el congelador.
O si lo preferís se pueden congelar incluso una vez rellenos. ¿Qué relleno os gusta más?