Cómo evitar que las alcachofas se oxiden y se pongan negras. 5 técnicas que realmente funcionan
La alcachofa es una auténtica joya gastronómica que podemos encontrar a un precio muy asequible en los mercados de otoño e invierno. Típica de la cocina mediterránea, esta saludable hortaliza, de sabor delicado y ligeramente dulce, tiene un gran inconveniente: sus hojas verdes tienden a volverse negra s en pocos minutos. Si alguna vez has preparado alcachofas, seguramente ya sabes de lo que estamos hablando.
Para que esto no te vuelva a ocurrir, te invitamos a que sigas leyendo. En este artículo te proponemos 5 técnicas para evitar que las alcachofas se oxiden y pierdan su atractivo visual.
¿Por qué se oscurecen las alcachofas?
El oscurecimiento de las alcachofas se debe a un proceso llamado oxidación, una reacción química natural que se activa al cortar las hojas o el corazón de la hortaliza. Al romper las células vegetales, se libera una enzima llamada polifenol oxidasa. Esta enzima, al entrar en contacto con el oxígeno del aire, genera esos tonos marrones o negros. Aunque el cambio de color no afecta significativamente al sabor, el aspecto apagado puede hacer que las alcachofas nos resulten menos apetecibles.
5 técnicas para evitar que las alcachofas se oxiden
1. Utiliza utensilios de acero inoxidable: Las alcachofas reaccionan con ciertos metales, como el hierro o el aluminio, lo que acelera su ennegrecimiento. Para evitar esto, es recomendable usar cuchillos y utensilios de acero inoxidable. También es recomendable utilizar recipientes de cristal o cerámica en lugar de aluminio para sumergir las alcachofas.
2. Jugo de limón: Uno de los trucos más clásicos y efectivos es el uso de jugo de limón para retrasar la oxidación. Simplemente exprime el jugo de un limón en un bol con agua muy fría y sumerge las alcachofas cortadas. También puedes frotar directamente las partes troceadas de la alcachofa con medio limón.
3. Agua con vinagre: Si no tienes limones a mano, el vinagre también es una excelente opción. Añade unas cucharadas de vinagre (blanco o de vino) a un bol con agua muy fría, y sumerge las alcachofas tan pronto como las cortes.
4. Agua con Perejil: Si prefieres evitar el toque ácido del limón o el vinagre en tus alcachofas, puedes usar perejil. Este método no alterará el sabor de las alcachofas. Basta con colocar un par de ramitas de perejil en un recipiente con agua fría. Para mayor eficacia, machaca ligeramente las hojas y tallos del perejil para liberar sus propiedades
5. Añadir harina: Este truco es menos conocido, pero bastante utilizado en Francia. Consiste en añadir un par de cucharadas de harina de trigo al agua fría donde sumergirás las alcachofas. La harina forma una capa protectora que impide que la alcachofa entre en contacto con el oxígeno. Asegúrate de remover bien para que la harina no se quede en el fondo del recipiente.
Consejos adicionales:
Si vas a cocinar unas alcachofas cocidas añade el jugo de un limón o un par de cucharadas de vinagre al agua de cocción. Ayudará a que no se oscurezcan durante el cocinado. No será necesario remojarlas previamente en agua (con limón, vinagre o perejil) si las pones a cocer tan pronto como las cortes.
Para evitar que tus manos se oscurezcan al manipularlas, usa guantes desechables o frótate las manos con limón antes de empezar a trabajar con ellas.
Hora de ponerse el delantal:
Ahora que ya sabes cómo evitar que las alcachofas se oxiden ¡es hora de ponerse el delantal y disfrutarla en alguna de estas deliciosas recetas!
Comentarios

Como forofo de la alcachofa, hay os mando la formula que yo utiliza: Pongo la perola al fuego y echo una choro tonada de aceité y un par de cucharadas de harina y conforme las voy limpiando las voy echando a la perola una vez que comienzan a hervir las tengo 10 minutos, y apago el fuego: las alcachofas salen verdes y cojonudas