El principal peligro de los platos y vasos de plástico radica en la transferencia de productos químicos a los alimentos y bebidas, especialmente cuando están calientes o son ácidos. Estas sustancias, al ser absorbidas por nuestro organismo, pueden tener efectos perjudiciales, tales como:
1. Bisfenol A (BPA)
El BPA, ampliamente utilizado en plásticos alimentarios en el pasado, es un disruptor endocrino. Puede alterar el sistema hormonal, en particular los niveles de estrógeno. Aunque su uso está restringido en muchos países, se siguen empleando compuestos similares ("bisfenoles alternativos") que podrían tener efectos semejantes.
2. Ftalatos y otros aditivos
Los ftalatos, utilizados para hacer los plásticos más flexibles, están vinculados a:
- Problemas de fertilidad.
- Daños hepáticos.
- Alteraciones en el comportamiento.
3. Microplásticos
El uso de plásticos también contribuye a la ingesta involuntaria de microplásticos a través de los alimentos y el agua. Estas diminutas partículas, acumuladas en el organismo, se sospecha que causan daños a largo plazo, aunque las investigaciones aún están en curso.