Según un antiguo remedio de la abuela, poner una cebolla bajo la cama ayuda a dormir mejor (y tiene más beneficios)

La cebolla es un ingrediente imprescindible en la cocina, un básico que no falta en ninguna despensa. Pero más allá de su sabor intenso y su papel en infinidad de recetas, este bulbo ha sido protagonista de numerosos remedios caseros transmitidos de generación en generación.
Desde aliviar la tos hasta limpiar el ambiente, la cebolla se ha ganado su lugar en los llamados remedios de la abuela. Uno de los más curiosos es el de colocar una cebolla cortada debajo de la cama. Pero, ¿qué hay detrás de esta costumbre? ¿Realmente tiene algún efecto o se trata solo de una creencia popular?
Un escudo natural contra virus y bacterias
Según la tradición, dejar una cebolla abierta en el dormitorio ayuda a purificar el aire, absorbiendo gérmenes y bacterias que flotan en el ambiente. Esta creencia tiene raíces antiguas y se extendió especialmente en la Edad Media, cuando las epidemias azotaban Europa y las personas buscaban formas naturales de protegerse de los contagios.
Se decía que las cebollas tenían la capacidad de "atrapar" las enfermedades y evitar su propagación. Por eso, muchas familias colocaban rodajas de cebolla en las esquinas de las habitaciones como una barrera contra virus y plagas.
Hoy en día, aunque la ciencia no ha demostrado esta teoría, hay quienes siguen confiando en este método para mejorar la calidad del aire en casa y reducir la presencia de microorganismos.
El remedio de la abuela para aliviar la tos y el insomnio
El aroma de la cebolla no solo tiene fama de hacer llorar en la cocina, sino que, según la tradición popular, también ayuda a despejar las vías respiratorias. Muchas familias han recurrido a este remedio de la abuela en los meses fríos del año: una cebolla cortada en la mesilla de noche o bajo la cama para aliviar la congestión, facilitar la respiración y favorecer un descanso más profundo.
Se dice que su efecto es especialmente útil para calmar la tos seca y reducir la mucosidad, algo que lo convierte en una opción recurrente en épocas de gripes y resfriados. Un método sencillo, sin efectos secundarios y que cualquiera puede probar en casa.
La cebolla no sólo debajo de la cama
Si colocar una cebolla bajo la cama ya resulta sorprendente, según la web viverepiùsani.it, existe otra práctica tradicional aún más insólita y peculiar: poner rodajas de cebolla bajo las plantas de los pies y cubrirlas con calcetines antes de dormir ya que esto ayudaría a eliminar toxinas del organismo y reforzar las defensas.
La teoría detrás de este hábito es que los compuestos de la cebolla, como el ácido fosfórico, pueden absorberse a través de la piel y actuar durante la noche. Aunque no hay pruebas científicas que lo respalden, este método sigue formando parte del repertorio de remedios caseros que han pasado de abuelas a nietos.
¿Funciona o es solo una creencia popular?
Estos remedios llevan siglos formando parte de la cultura popular, aunque no existen estudios concluyentes ni pruebas científicas que los respalden. Remedios como la cebolla bajo la cama o aplicada en los pies pueden considerarse complementarios, pero nunca deben sustituir a los tratamientos médicos tradicionales, especialmente en presencia de patologías.
Si decides probarlos, hazlo con curiosidad, pero sin esperar resultados milagrosos. Al final, los remedios de la abuela pueden ser una alternativa interesante, aunque nunca deben sustituir los tratamientos médicos.
¿Y tú?
¿Has probado alguna vez a poner una cebolla bajo la cama o en los pies antes de dormir? ¿Crees en estos remedios tradicionales o te parecen simples supersticiones? Cuéntanos tu experiencia y déjanos tu opinión.
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