El maíz trillado se deja remojar sin agitarlo, durante tres días al cabo de los cuales se tritura en molino de hierro, único que de acuerdo a la costumbre le da buen sabor. La masa fina, se remoja con agua y se cuela en balay.
Se cocina en poca agua hasta que espese revolviéndola seguido con una cagüinga. Se deja enfriar y se hacen bolitas que se extienden sobre hoja de plátano, adelgazándolas hasta cinco milímetros aproximadamente.
Se ponen a asar sobre un tiesto de barro. Se puede mezclar a la masa original guarruz (arroz cocido sin sal ni condimentos) para dar mayor cohesión y resistencia a las arepas que se envuelven y rellenan de carne, asaduras o huevos revueltos.