El día anterior, pon a remojar los garbanzos en un recipiente amplio con agua. Escúrrelos y cuece en abundante agua con sal, hasta que estén tiernos. Cuece al vapor la calabaza en trozos grandes, sin piel ni pipas.
Mezcla ambos ingredientes, bien escurridos, con todos los demás. De cada especia agrega una pizca, al gusto. Con un tenedor, machaca todo hasta hacerlo puré espeso. Deja enfriar en el frigorífico, bien tapado.
Con ayuda de una cuchara grande toma porciones de la masa, forma las croquetas y rebózalas en las semillas de sésamo.
Ve colocándolas en una bandeja de horno, untada con unas gotas de aceite, y hornea a media altura a 170º C durante unos 20 minutos, para que doren ligeramente y queden firmes y fáciles de comer.
Sirve calientes acompañadas de una ensalada variada.
Si hace un día caluroso, también puedes servirlas a temperatura ambiente o frías, sin necesidad de hornearlas. Quedan deliciosas si las mojas, a modo de dip, en mayonesa (sin huevo ni leche)
El mismo peso de garbanzos una vez escurridos.