Poner el aguardiente en un recipiente de boca ancha para poder añadir sin problema los ingredientes. Incorporamos las cáscaras de naranja, los clavos, la matalahúva y la canela y dejamos en maceración como mínimo 15 días.
Está claro que cuanto más tiempo pasen los ingredientes macerándose más intensidad de sabor adquirirá el licor. El nuestro ha estado 2 meses aproximadamente.
El almíbar lo haremos calentando el agua y el azúcar a fuego medio-bajo, hasta que se vaya consumiendo el agua y sin dejar de remover. Estará en su punto cuando vaya adquiriendo una tonalidad más amarilla y la textura sea algo espesa.
Una vez que se enfríe lo vamos mezclando con el líquido resultante de la maceración previamente colado. En este punto es cuestión de ir probando hasta conseguir lo deseado, es decir, que sepa más o menos a alcohol y que sea más o menos dulce.