Picamos las cebollas, el ajo, las zanahorias y el apio muy finos. Continuamos partiendo por la mitad los pimientos rojos, retiramos las semillas y los picamos también, en taquitos medianos.
Ponemos aceite en una cazuela y salteamos todas las verduras, añadimos los chiles y las especias, y lo dejamos todo pochando durante unos minutos sin dejar de remover, hasta que veamos que las verduras estén tiernas. (primera foto)
Agregamos la carne picada, (foto 2) salpimentamos, y la vamos deshaciendo con la espátula de madera hasta que nos quede suelta, seguidamente añadimos el tomate (foto 3) y las judías rojas cocidas (foto 4). Agregamos dos vasos de agua y dejamos que cueza a fuego lento, (foto 5) y añadimos los tallos de cilantro picados finitos.
Lo llevamos a ebullición y una vez llegado a este punto lo dejamos cocer a fuego lento con la cazuela medio tapada durante 35-40 minutos, removiendo de cuando en cuando. Tiene que quedar como una sopa espesa, con algo de caldo. (Podéis ver el punto de espesor ideal en la foto anterior)
Es frecuente servir este plato, con arroz cocido como guarnición, aunque en esta ocasión nos pareció más divertido vaciar una calabaza y utilizarla como recipiente. Buen provecho a todos.