Es una receta muy sencilla, típica de Milán, por lo menos, así se define en muchas circunstancias Piccata milanese. En realidad, como siempre, se trata de una receta muy versionada.
Hay quién usa agua en lugar del vino blanco, quién pone salvia (como yo) en lugar de perejil, pero el resultado siempre es lo mismo: carne tierna y una salsita muy rica gracias al aporte del limón. Se puede cocinar con cualquier carne, ternera, pollo, pavo, etc.
Rebozar los filetes de lomo y dorar durante unos minutos en una sartén con mantequilla. Repetir la operación con el resto de filetes (en caso, añadir más mantequilla) y una vez terminado de cocinar los filetes, se disponen en una fuente. Salar.
En la sartén exprimimos el zumo del limón, añadimos un poco de vino blanco y salvia (la salvia, según mi opinión, pega maravillosamente con la mantequilla) o perejil.
Volcar la salsita sobre la carne. Servir con una guarnición de setas Shii Take. Recomiendo un vino blanco afrutado.