Preparamos un cazo, añadimos el medio litro de leche (excepto un vaso que reservamos para mezclar la maizena en él) la vaina de vainilla y la cáscara de limón. En cuanto veamos que va a empezar a cocer lo retiramos del fuego y dejamos reposar durante 30 minutos para que se mezclen bien los sabores.
Pasados esos minutos retiramos la cáscara de limón y la vaina de vainilla del cazo y ponemos de nuevo a cocer a fuego lento.
En lo que empieza a cocer con ayuda de unas varillas mezclamos en un bol el azúcar y las yemas de huevo (sin nada de clara) hasta conseguir una mezcla homogénea.
En el vaso de leche que reservamos añadimos la maizena y removemos bien hasta que se disuelva por completo. Lo añadimos al cazo y removemos constantemente para que no se formen grumos.
Añadimos la mezcla de azúcar y yemas de huevo a la leche, removemos con ayuda de las varillas. No dejamos de remover en ningún momento para que no se nos llegue a pegar al cazo.
Poco a poco notaréis que va espesando la crema. Cuando tenga la densidad que véis en la foto podéis retirar del fuego pues luego terminará de espesar al enfriarse.
Podéis añadir mantequilla si queréis que esté más suave la crema, yo añadí 20 gramos solamente. Ya sólo quedaría dejar enfriar la crema tapada con papel film para que no se nos seque la parte superior.
Comentarios de los miembros:
Es muy buena
Buenísimo, riquísimo, delicioso acompañado por frutas.
Está muy buena.
Reka