Picar las almendras muy finas o troturar y macerar en el Calvados reservar.
Preparar las natillas: Ponemos a cocer la leche con la mitad del azúcar, la cáscara de limón, la canela en rama y un chorrito de Calvados.La otra mitad del azúcar la mezclamos con las yemas del huevo y la maicena.
Cuando comience a hervir la leche dejamos que hierva suavemente durante 1 minuto, removiendo constantemente para que el azúcar nos se pegue a la cazuela, y posteriormente sacamos del fuego la cazuela y dejamos que infusione hasta templar la canela y el limón dentro de la leche.
A continuación sacamos de la leche la rama de canela y la cáscara de limón, y añadimos la mezcla de las yemas de huevo, el resto del azúcar y maicena a la leche templada, sin dejar de remover y mezclamos bien. Rápidamente ponemos a hervir la cazuela removiendo para que nos se pegue y dejamos que espese en el fuego. Si fuese necesario, pasamos por la batidora para que la mezcla quede bien homogénea. Reservar.
Descorazonar la manzana y en el hueco que nos queda poner 1 ciruela pasa y almendra macerada en Calvados, lo hacemos igual con todas las manzanas que vayamos a preparar y las vamos poniendo en una fuente de horno. Colocar encima de cada manzana un pequeño trozo de mantequilla y espolvorear con un poco de azúcar, añadir un poco de agua en la fuente y meterlas al horno durante 25 o 30 minutos a 180º. Debemos tener en cuenta que, si la manzana es Golden se hará antes. Sabremos que ya están hechas metiendo un pincho y comprobando que entra sin resistencia.
Ponemos en el plato una base de natillas y la manzana encima adornada con una ciruela pasa encima y una hoja de menta y las ciruelas restantes cortadas en dos trozos y colocadas al rededor de la manzana a nuestro gusto.