Primero derretimos la mantequilla y la reservamos hasta que se enfríe un poco. Calentamos la leche hasta que esté tibia y batimos las 4 claras a punto de nieve.
En otro bol, batimos el azúcar con las yemas, incorporamos la mantequilla y la cucharada de agua. Mezclamos con cuidado.
Añadimos a la masa la harina tamizada poco a poco y la leche templada con el extracto de vainilla. Una vez integrada, añadimos las claras a punto de nieve. Ya sabéis, con movimientos envolventes y despacio.
Es el turno del horno!
Veréis que es una masa muy líquida, no os preocupéis es así.
En un molde, previamente engrasado con mantequilla y un poco de harina, echáis la masa y la horneáis a 175º, durante 45-60 minutos, depende del horno. Probáis a pinchar con un cuchillo y si sale limpio es que ya está listo, sino dejáis un poco más hasta que salga limpio.
Para desmoldar dejar enfriar totalmente.
Servir con azúcar glas por encima. Cuánto más fría más rica.
Esta tan tan rica, la he sacado del blog www.crumbsmadrid.es, muchas gracias por la receta. Está riquisima.