Probablemente no esté utilizando la flor de sal correctamente, ¡te decimos por qué!

La sal es esencial para el funcionamiento del cuerpo humano, ya que interviene en procesos vitales como la transmisión de señales nerviosas, la contracción muscular y el correcto funcionamiento de los riñones.

Existen diversos tipos de sal, entre los que destacan:

  • Sal común o de mesa: Es la más utilizada en la alimentación. Se obtiene refinando la sal de minas y contiene casi un 100% de cloruro de sodio (NaCl). Se comercializa en forma de sal fina o sal gorda y suele incluir aditivos como antiaglomerantes.
  • Sal marina: Se obtiene de la evaporación del agua de mar en salinas. No suele estar refinada y contiene más de un 90% de NaCl, además de pequeñas cantidades de minerales como magnesio, potasio, hierro y calcio.
  • Flor de sal: Es una sal marina que se forma como una fina capa de cristales en la superficie de las salinas. Se recolecta de forma artesanal y es apreciada por su textura delicada y sabor sutil.

La flor de sal, con su textura delicada y sabor sutil, es un complemento ideal para realzar diversos platos, aportando un toque refinado. De este tipo de sal y de cómo usarla correctamente es del que hablaremos hoy